lunes, 9 de mayo de 2016

Lima desde arriba


El sábado pasado agarre mi cámara y llegue hasta el centro histórico de Lima, como siempre lo único que pedía era un buen clima. Siempre se vuelve un dilema buscar un lugar que además de bonito sea seguro para sacar mi equipo y concentrarme en lo mío. Llegue al centro buena hora, a pesar  de ya no estar en verano todavía sale el sol y todo era casi perfecto, hasta que vi que la Plaza Mayor estaba repleta de personas. Caminaba entre la gente buscando el ángulo más vacio, cuando de pronto aparece una señora ofreciéndome un “tour” al Cerro San Cristóbal, al que primero miré con desconfianza, pero luego de un rato de mi resignación a tener una tarde perdida, volví y pregunté: Cuánto cuesta?,  Cuál es la movilidad? Y Cuánto tiempo dura el “tour”?, y me respondió en ese mismo orden, 5 soles, es una cúster y arriba puedes estar 20 minutos, me sorprendió esta última respuesta puesto que mi idea era fotografiar Lima desde la cima. A esto le hice la consulta de si hay alguna manera de volver luego de una par de horas y me dijo que si y que podía bajar en otro bus.
Así empecé mi aventura, el transporte pasó inmediatamente el Rimac y estábamos de subida. A medio camino recordé mi temor a las alturas y la sensación de pánico que este me ocasiona, el camino inclinado es rápido y esto hizo que no haya mucho tiempo de pensar en lo que pasaría si se cae el carro. 
Una vez arriba empezó la faena. Era la primera vez, para mi suerte estaba a punto de caer el sunset, el cielo andaba despejado y lo más rescatable, fuera del paisaje que se divisaba, era la paz que se sentía, había  tranquilidad y fue así durante las casi dos horas que estuve. Además en la cima hay una imponente cruz en la que puedes dejar una vela con un pedido especial, incluso tomarte la foto clásica con la escultura que alguna vez hemos visto de lejos como fondo. El sol se iba ocultando detrás de la isla San Lorenzo e iba anocheciendo, fue una jornada agotadora pero quedé satisfecho, muy recomendable para los fotógrafos y personas que solo buscan algo distinto en Lima. El regreso lo dediqué a dormir al menos por unos minutos, el viaje acaba en la puerta del Convento de Santo Domingo, de donde tomé el carro al inicio.


Así que esta aventura queda recomendada…hasta el próximo post!!


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